La casa del jamón
Anita Lázaro Carrasco, una distinguida ciudadana de Montánchez, fue la antigua propietaria de la Casa Rural ‘Doña Anita’. Conocida en la comunidad por su labor en el negocio de la compra y procesamiento de perniles de cerdo ibérico y vino de la tierra, Anita desempeñó un papel importante en la tradición gastronómica de Montánchez.
Anita se dedicó a adquirir perniles de cerdos ibéricos de alta calidad y los almacenaba en las bodegas naturales de la casa. Estas bodegas, con su clima fresco y controlado, brindaban las condiciones ideales para la curación y salado de los perniles, un proceso esencial para lograr la exquisitez del jamón ibérico.
Técnicas tradicionales de salado y curación
Con su conocimiento y experiencia en el sector, Anita aplicó técnicas tradicionales de salado y curación, asegurando que los perniles adquirieran su sabor y textura característicos. Con dedicación y cuidado, supervisó personalmente el proceso, garantizando la calidad de cada pieza.
Una vez que los perniles alcanzaron el punto óptimo de curación, Anita los revendía, compartiendo con orgullo el resultado de su labor con los amantes del jamón ibérico. Su reputación como proveedora de productos de calidad y su compromiso con la tradición alimentaria local le valieron un lugar destacado en la comunidad de Montánchez.
Anita Lázaro dejó un legado en Montánchez como una mujer emprendedora y apasionada por la cultura culinaria de la región. Su contribución a la industria del jamón ibérico y su papel en la actuación de las técnicas tradicionales hacen que su nombre sea recordado con gratitud y admiración en la comunidad.
Ruth Matilda Anderson
El día de San José del año 1928, una fotógrafa norteamericana nacida en Nebraska, en 1893, Ruth Matilda Anderson llegó a Montánchez con el fin de recoger con su cámara los procesos finales del auténtico tesoro que representa el jamón de Montánchez.